¿Alguna vez has hecho un cambio de ventanas en tu casa? Si a esta pregunta has respondido afirmativamente, entonces sabes que solo esta «pequeña» modificación en el interior de un hogar es capaz de cambiarle la cara por completo. Puede que pasen desapercibidas, pero las propias ventanas son -por méritos propios- uno de los elementos más importantes de cualquier vivienda. Por lo tanto, cabe preguntarse cómo evolucionarán en el futuro. ¿Alguna vez has pensado en ello? Si no lo has hecho, tranquilidad: otros ya lo hacen por ti.
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Ventanas domóticas
No podía ser de otra manera: una de las corrientes más punteras si tenemos que hablar de las ventanas del futuro hace referencia a la domótica. Es inevitable. Y es que ahora ya puedes tener un colchón que te indica cómo dormir mejor cada noche, la televisión hace mucho tiempo que conoce tus gustos, y los electrodomésticos de la cocina los puedes conectar desde el teléfono móvil sin necesidad de estar en casa. Tú solo pulsas un botón en la pantalla y el horno se precalienta para que al llegar del trabajo te limites a meter los ingredientes.
No es lo único que puedes hacer gracias a la domótica y, más concretamente, al Internet de las Cosas (IoT). Podríamos estar horas y horas hablando de elementos conectados. De hecho, tal y como ya te contamos en este artículo, las ventanas domóticas están a la orden del día. Es más, es posible que solo por este último detalle ya no merezca la pena llamarlas «ventanas del futuro». Aunque teniendo en cuenta el grado de penetración de la domótica en los hogares españoles tampoco es una exageración.
El caso es que las ventanas controladas desde el teléfono representan una maravillosa opción para mantener un alto confort dentro de tu casa y son una gran ayuda a la hora de ventilar correctamente. Gracias al desarrollo de las correspondientes aplicaciones para el móvil, puedes abrir o cerrar las persianas en los horarios que más te convenga, o controlar el caudal de ventilación eligiendo en la pantalla la posición de apertura que necesitas en cada momento.
¿Qué más puede ofrecer la ventana del futuro?
La domótica es una aliada perfecta para incrementar el confort en una casa, ser más eficientes energéticamente o elevar el nivel de seguridad. Pero no será la única que incorporen las ventanas que veamos dentro de unos años. Hay una tendencia clara a la hora de abordar este asunto: tendrán la capacidad de absorber la radiación del sol y convertirla en energía que servirá para alimentar toda la casa.
Actualmente, para conseguir que las ventanas ayuden todo lo posible en el plano de la eficiencia, pueden llegar a contar con gas entre sus cristales. Es un método de probada eficacia que, si quieres, podrías instalar hoy mismo. Pero en el futuro lo que habrá entre los vidrios será mayoritariamente agua, que según apuntan los científicos que forman parte de este proyecto de investigación europeo es capaz de absorber mucha más cantidad de luz infrarroja.
Aunque el concepto es mucho más extenso, una de la claves es evidente: la intención es que este tipo de ventanas cuenten con cristales que «maximicen la radiación solar en invierno» y eviten sobrecalientamientos cuando azoten las altas temperaturas del verano. ¿Y qué se consigue con ello? La idea es construir edificios «ultra eficientes» en un futuro no muy lejano. Y esto pasa por conseguir no solo que dejen de contaminar, sino que generen al mismo tiempo la energía que necesitan para funcionar cada día.
El agua, gran protagonista
Casi con toda seguridad, todavía quedan unos cuantos años para que podamos ver edificios equipados con ventanas «ultra eficientes». Pero lo importante es que la idea no se quede en el tintero. Cuando esto ocurra, posiblemente el argón de las ventanas actuales pasará a un segundo plano. Y es que el agua tiene un poder, en principio, incluso superior en términos de eficiencia. Todavía está en fase de estudio pero partiendo de la premisa de que puede captar mucha más radiación de sol, los investigadores aseguran que será posible llevar esta energía a zonas concretas del edificio que demanden calor en un momento concreto, o bien almacenarla para utilizarla, por ejemplo, para calentar otros edificios que lo requieran.
¿Ya te hemos convencido de que las ventanas de tu casa pueden ser mucho más importantes de lo que aparentan? ¿Cuánto tiempo crees que tardaremos en ver las ventanas del futuro? ¡Cuéntanos!