De todos los planes que puedes hacer para una semana normal y corriente, limpiar tu casa no es el más apetecible. Pero no hay más remedio. Por mucho que puedas poner tu Roomba a trabajar para quitarte algo de trabajo, o que el lavavajillas te haga la vida mucho más fácil al olvidar (casi) el estropajo, tener una rutina para limpiar la casa es inevitable. De momento, aunque todo se andará, los electrodomésticos o los cristales todavía no tienen un robot que les saque brillo automáticamente. Por eso, por el hecho de ser una tarea cuanto menos tediosa, es importante conocer los errores más comunes que, lejos de ayudarte, te complican mucho más la tarea. ¿Los quieres conocer? Hemos hecho las comprobaciones necesarias y te traemos una lista con los principales.
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1. El plumero puede no ser tu amigo
Duele decirlo, pero debes considerarlo como un enemigo para limpiar la casa. ¿La razón? Seguramente alguien ya te lo ha dicho alguna vez y no le creíste: lo único que hace es mover el polvo de sitio. Si lo vas a utilizar, al menos asegúrate de que estás limpiado con uno que te diga específicamente que atrapa el polvo con eficacia.
2. Cuidado con las bayetas
Si le pides ayuda a una persona profesional para limpiar la casa, te fijarás que no utiliza una misma bayeta o paño para todos los rincones. Suena lógico, pero todavía se cae mucho en este error. No hace falta recurrir a medidas de excepción como tener una bayeta para cada habitación, pero sí que sería necesario no utilizar la misma para la cocina y el baño, por ejemplo. Y una vez que comiences a seguir este consejo al pie de la letra, apunta otro relacionado: las bayetas también se tienen que desinfectar.
3. Secar al aire
Nosotros, que en algún artículo como este ya te hemos hablado de las ventajas de las corrientes cruzadas en tu casa, venimos ahora con este consejo. ¡Pero es que no es lo mismo! Una cosa es ventilar de la forma adecuada y otra muy diferente dejar que absolutamente todo lo que has limpiado se seque al aire. En superficies muy concretas como los electrodomésticos, por ejemplo, debes retirar siempre los retos de productos limpiadores y de humedad. Así estarás evitando que se queden marcas indeseables. Que para algo estás limpiando.
4. Usar los productos de limpieza en las superficies
Otra tentación muy común: caer en las redes de los productos multiusos. Pueden ser un comodín interesante si no queda otro remedio, pero en el baño siempre hay que optar por limpiadores que además desinfecten y la madera ya sabes que no se puede tratar con cualquier producto. Por no hablar de las superficies de acero inoxidable, generalmente presentes en los electrodomésticos más importantes de la casa y que necesitan que los mimes con limpiadores específicos. Por cierto, a no ser que las instrucciones lo indiquen de forma expresa, mejor echa producto en la bayeta o el paño de microfibra para proceder a limpiar. Es decir, evita depositarlo directamente sobre las superficies.
5. ¿Escoba o aspiradora?
Los expertos lo tienen claro: aspiradora. A la escoba le sucede algo muy parecido a lo que te hemos contado del plumero: difumina más suciedad de la que atrapa. Si por la razón que sea no tienes aspiradora, tampoco es el fin del mundo; lo único que debes hacer es utilizar movimientos de izquierda-derecha, o incluso en zig-zag. El camino fácil es pasarla en línea recta para acabar antes pero, haznos caso, no es una buena idea si buscas limpiar la casa de verdad.
¿Cometes errores al limpiar las ventanas?
¡Esa pregunta la tendrás que resolver tú! Nosotros te contamos lo que sabemos al respecto. Por un lado,todo el procedimiento para sacarles brillo sin problema lo puedes encontrar en este artículo. En el capítulo concreto de los errores que podemos cometer hay dos bastante relevantes:
- Limpiar en un día de sol. ¡Ojo! Que no es lo mismo que limpiar en un día de lluvia. Lo recomendable es limpiar las ventanas un día de esos desapacibles en los que el sol no asoma demasiado. ¿Por qué? Pues muy sencillo: si lo haces con los rayos apuntando directamente a los vidrios, es posible que el limpiacristales o el agua se sequen antes de tiempo. Así que entrarás en un circulo vicioso frotando, o sencillamente no conseguirás los resultados que esperas.
- Usar papel de cocina. Olvídate de él. Tanto para los vidrios de las ventanas como para los espejos. Lo único que harás es dejar restos de celulosa. Para limpiar las ventanas (y cristales en general) requiere de un paño de microfibra o incluso papel de periódico.
¿Estás cometiendo alguno de estos errores? ¿Tienen algún consejo adicional que nos pueda ayudar a completar este decálogo? Estamos deseando leerlo. Ya sabes que hay muchas formas de estar a gusto en casa y una de ellas es, sin duda, que huela a limpio. Y desde hoy este trabajo será mucho más fácil.