Un aislamiento deficiente es un problema para cualquier propietario o inquilino de una casa. Al no tratarse de un fallo estructural visible, se tiende a darle poca importancia, pero esto solo ocurre hasta que llegan las épocas más frías o calurosas del año. Tanto en invierno como en verano, si estás en una vivienda mal aislada lo vas a notar. Y es que tu calefacción o aire acondicionado necesitará mucho músculo para conseguir que disfrutes de una temperatura de confort adecuada. Por motivos como estos, cuando hablamos de cambiar las ventanas sacamos el argumento de la eficiencia energética. No es un capricho, ni una técnica comercial, es una realidad contrastada: por las ventanas mal aisladas de una casa se puede escapar hasta un 30% del calor o el frío.
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¿Y las fugas de calor o de frío son un problema?
Sí, perder frío o calor por unas ventanas viejas y poco eficientes es un problema para ti y para el planeta. Empecemos por el segundo implicado: las casas en las que vivimos no son ajenas a las emisiones de gases contaminantes. Es decir, generamos una huella de carbono que contribuye al calentamiento global. Ciertamente no es nada comparado con otros focos emisores, pero hay que tenerlo en cuenta. Por otro lado, ese 30% de fuga lo nota el bolsillo en forma de facturas más abultadas. Cada día que pasa estás perdiendo dinero por culpa de una climatización que nunca será correcta mientras no transformes la vivienda en una isla energética. Es decir, que no derroche.
¿Entonces las ventanas son un pilar fundamental de la eficiencia?
Sí, lo son. Y en Cerramientos Integrales te lo podemos confirmar no solo por nuestro amplio conocimiento sobre ellas, sino porque estamos certificados en otros campos como las ventanas Passivhaus. El mercado de las ventanas, además, no es ajeno a los avances tecnológicos y a las mediciones, así que hacemos ensayos y pruebas que certifican que las ventanas son el principal elemento aislante desde un punto de vista arquitectónico.
De hecho, ambos aspectos están tan relacionados que las subvenciones europeas de los fondos Next Generation, no solo se lanzaron para dar un respiro a los bolsillos de aquellos que se han beneficiado de ellos: la idea es adaptar todo lo posible el parque de viviendas a las necesidades actuales. La explicación es sencilla: un altísimo porcentaje de las casas que pueblan nuestras tienen 45 años o más. Más de la mitad datan de antes de 1980, lo que supone que no se construyeron con los materiales que hoy se consideran más eficientes. Lo serían en aquel momento, pero ya no.
Así pues, las subvenciones europeas pretendían llegar a transformar unas 71.000 viviendas al año mientras estén vigor. La intención es más que clara y la han explicado desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana: «reducir al menos un 30% el consumo de energía no renovable en los hogares y descarbonizar y bajar la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7%».
Como no quieren que este objetivo se quede en papel mojado, uno de los requisitos para obtener la subvención del 40% en obras de rehabilitación es contar con la participación de un arquitecto en el proyecto. Su misión es certificar que el ahorro y la mejora de la eficiencia será una realidad. Nosotros añadimos otro pilar fundamental: contar con unas ventanas diseñadas a medida para que se conviertan en la primera barrera de contención frente a las fugas de calor o frío.
Las mejores ventanas en función de su eficiencia
Otra muestra más de que las ventanas no son ajenas a la eficiencia es el hecho de que cuenten con su propia etiqueta energética. Sirve para certificar que estás ante un modelo con el que realmente conseguirás una mejora en este sentido. Si tienes cualquier duda a la hora de interpretarla, siempre nos puedes pedir ayuda y te la brindaremos encantados.
En cuanto a la elección, conviene aclarar que las mejores ventanas para aislar tu casa correctamente y ganar en eficiencia todavía no existen porque debemos fabricarlas. Ya te habrán hablado de las ventanas PVC o de las ventanas de aluminio, pero no solo estos elementos intervienen en su correcto funcionamiento.
¡Importante! El PVC no es mejor que el aluminio, y viceversa. Esta especie de batalla ya no tiene sentido hoy en día, puesto que se trata de dos materiales concebidos para darte el mejor confort en casa. La elección final, además de tus gustos personales, depende en gran medida de las necesidades concretas que nuestros técnicos encuentren en tu casa. Solo así podrán orientarte hacia un material u otro.
Seguimos con las aclaraciones: pensar en PVC o aluminio está muy bien, pero ten en cuenta que son los vidrios los que se juegan el tipo con el calor y el frío. Ocupan 3/4 partes de la superficie destinada a una ventana, así que la elección debe ser cuidada. En principio, nosotros siempre te aconsejaremos doble o triple acristalamiento y con gas argón, aunque una vez más debemos hacer el inciso de que todo dependerá de tus necesidades. Antes de colocar unas ventanas a medida tenemos que analizar cómo es tu casa, la orientación que tiene y otro sinfín de detalles técnicos que influyen a la hora de realizar el proyecto. Por eso siempre necesitamos hacer una visita al lugar de la futura reforma (que haremos en un solo día y sin obras).
Y si ahora todos estos argumentos te han servido para darte cuenta de que, efectivamente, unas ventanas nuevas sirven para aumentar la eficiencia energética de tu casa, estaremos encantando de que rellenes este formulario y nos hagas llegar tus necesidades. ¡Te recomendaremos sin compromiso las mejores que has tenido nunca!