El estado de ánimo o el grado de comodidad que una persona siente cuando está en su casa también depende en gran medida de cómo está decorada. La colocación de los diferentes objetos que la componen, los colores o su funcionalidad son solo algunos factores que influyen directamente en nuestro día a día. Un hecho que tiene cierta base psicológica, pero sobre todo una importancia social: sentirse bien en casa es irrenunciable para cualquier persona.
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Hacia una decoración mucho más amigable contigo y el entorno
La irrupción de las conocidas como casas pasivas, u otros certificados de sostenibilidad como el BREEAM, que ponen de relieve la importancia de los hogares sostenibles ha ayudado a que en los últimos años adquiera un notable protagonismo el diseño de interiores ‘saludable’ de una casa. Y es que puede tener ciertos tintes de contrariedad apostar, por ejemplo, por métodos de climatización más sostenibles -como la aerotermia- y luego pasar de largo por otros frentes como el uso de materiales más respetuosos con el medio ambiente.
¿Pero qué materiales se pueden considerar saludables?
La madera está más de moda que nunca. No lo decimos nosotros: ha quedado patente en la última edición de Casa Decor. No son pocas las firmas especializadas en este terreno que, tal y como recoge el diario El País, presentan en este tipo de citas «hitos decorativos basados en materiales naturales como la cerámica, la madera y el mármol». Y no se trata de cualquier madera: igual que hace la industria papelera, lo que prima en la actualidad es apostar por madera que tenga su origen en bosques de explotación regulada. Recuerda también que este material tiene salidas tanto para muebles como para otras vanguardistas opciones como el revestimiento de paredes.
En esta ‘conciencia ecológica’ de los materiales para construir una decoración saludable también entra en juego, tal y como ya se ha mencionado, la piedra. En esencia, lo podría hacer cualquier recurso que se considere renovable. Las ventajas de la piedra no vienen solo por este flanco: también es muy atemporal, resistente y confiere a determinadas estancias de una casa (cocina y baño, generalmente) una personalidad muy fuerte y difícil de superar por otras alternativas.
Apuesta por lo minimalista
«Menos es más» es una frase hecha que ha cobrado todo el sentido del mundo en el terreno de la decoración. No son pocas las personas que apuestan decididamente por una casa que, lejos de estar vacía, sencillamente tienen los elementos imprescindibles para una vivir cómodamente en ella. Decorar únicamente con ‘lo justo’ esconde ventajas como la reducción del tiempo que pasas limpiando, amén de que evitar una aglomeración de elementos le aporta a tu cabeza un descanso emocional importante. Y es que con ese «menos es más» puede entrar más luz en las habitaciones para disfrutarlas todavía mejor.
La psicología de los colores
Tal y como cuentan desde Alarife Home, la teoría del color se refiere a «un campo de estudio que se basa en el análisis del efecto de los colores en la conducta del ser humano», una técnica que se viene utilizando desde hace muchos años en el marketing, la persuasión y, por supuesto, la decoración. Mientas que el blanco transmite «paz, armonía y sensación de amplitud», el verde se encarga de hacer lo propio con la serenidad; el azul quedaría destinado para las personas más «reflexivas» y el rojo, que no suele ser una opción principal para casi ninguna casa, es muy útil para «crear puntos focales en una estancia».
¿Sabías que existen investigaciones muy recientes que abordan todos los detalles de la psicología de los colores? ¡Las puedes descubrir en este artículo!