Cuando decimos que unas puertas y ventanas passivhaus nuevas tienen la capacidad (en comparación con modelos más viejos) de aumentar la eficiencia de tu casa, no lo decimos sin datos que respalden tal afirmación. Existen diversas maneras de corroborar que una ventana cumplirá con todos los aspectos eficientes que se le exigen, y una de ellas es la denominada prueba Blower Door, que se inventó en tierra suecas allá por el 1975. ¿Quieres saber lo que se esconde tras este nombre tan llamativo? Solo tienes que continuar leyendo.
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Blower door: En busca de la mejor eficiencia
Tal y como explican desde HOCO, la prueba Blower door -en pocas palabras- sirve para medir «la hermeticidad de un edificio y la estanqueidad al aire de la envolvente del mismo» y en ella interviene no solo las ventanas, sino también el aislamiento de la construcción o las conducciones eléctricas. Es perfecta para cuantificar la eficiencia energética de las construcciones y determinar «las infiltraciones de aire frío que entran así como las de aire caliente que salen».
La palabra «hermeticidad» puede pasar inadvertida para todos los que no son especialistas en la material, pero no debería ser así. Recurrimos a Zero Consulting para que nos ayuden a explicar que la hermeticidad es “un factor importantísimo para conseguir un edificio de bajo consumo energético» y permite «solucionar errores de diseño o construcción y garantizar el cumplimiento de los objetivos iniciales en cuanto a temperatura de confort y consumo energético».
¿Cómo se realiza la prueba Blower door?
Bien, una vez que ya tenemos claro que la prueba Blower door tiene una gran utilidad para el confort en tu casa, ya que nos aseguramos de que una puerta o ventana aísla lo suficiente e impide el derroche energético, desde Cerramientos Integrales consideramos que hay algunas curiosidades de la prueba que merece la pena conocer:
- Una Blower door no se realiza una única vez. Lo apropiado es hacerla en diferentes momentos del proceso constructivo de una vivienda o de la rehabilitación.
- El primer paso es colocar un ventilador (o más de uno, todo depende de las medidas de la casa en cuestión) en la puerta principal para despresurizar el interior y proceder con el análisis de la hermeticidad.
- A continuación se toman varios datos claves del inmueble, se meten en un software especializado, se sellan las entradas de aire naturales y se cierran puertas y ventanas.
- El proceso es realmente técnico, y por eso en esta explicación lo estamos simplificando. El caso es que tras los pasos anteriores se realizaría el denominado «test de sobrepresiones», haciendo entrar a la casa aire del exterior; y luego el «test de depresión» en el que se «invierte el funcionamiento del ventilador extrayendo esta vez aire de dentro a fuera del edificio» para apreciar las entradas del aire, tal y como corroboran también desde Zero Consulting.
¿Para qué sirve la prueba Blower door?
De su utilidad principal (ya desvelada) se desprenden otras algo más concretas: la prueba Blower door y las Passivhaus van de la mano. La primera es imprescindible para obtener el certificado de la segunda. El estándar Passivhaus es el único que obliga a realizar una prueba de este tipo, mientras que otros certificados como el BREEAM y el LEED no lo consideran obligatorio, pero si lo valoran en sus evaluaciones.
En cualquier caso, y desde el punto de vista del usuario, lo que tú consigues es tener la garantía de que a la hora de comprar una casa no estás haciendo una adquisición de nula o baja eficiencia, una situación que terminaría repercutiendo en el confort de la casa y, casi con toda seguridad, en las facturas que pagas.
En lo que respecta a nosotros, en Cerramientos Integrales realizamos habitualmente pruebas Blower door para comprobar la eficiencia de viviendas. Lo hacemos de la mano de constructoras como Metro 7, entre otras. Te dejamos un momento de una prueba muy reciente para obtención de certificado Passivhaus en la que se obtuvo un valor de 0,39 en la estanquidad de toda la casa (siendo el máximo 0,60).